El descontrol como resultado del consumo de esas sustancias impide el uso de métodos anticonceptivos
La sexualidad adolescente inquieta. Explosiva y pasional, inaugura el intercambio activo entre los 13 y los 14 años en los varones y entre los 14 y los 15 en las mujeres. Una encuesta conjunta de Unicef y la Fundación Huesped encontró que el 60% de los adolescentes de 14 a 19 años inició su vida sexual antes de los 15 años. También halló que el uso de preservativos en la primera relación es alto: el 89% de los encuestados confesó haberse iniciado con protección. Buen comienzo. Pero no todas las noticias son tan optimistas.
Según los datos aportados por esta encuesta, la utilización de preservativos se mantiene constante en el 69% de los consultados hasta los 18 años, cuando la cifra de cuidados se precipita. ¿Por qué?
"El no uso de preservativo se asocia a una pareja considerada ´estable´ o ´confiable´, dice el informe de Unicef. Y la doctora Mabel Bianco agrega: "Alrededor de los 18 años muchas chicas empiezan a tomar anticonceptivos porque entablan relaciones que ellas consideran más estables, aunque la estabilidad puede significar que están juntos unos meses. Como el miedo es al embarazo y no al contagio de enfermedades, abandonan los preservativos. Además, es habitual que sus parejas sean mayores y se resistan a usarlos. Cuanto mayor es el hombre, menor es la posibilidad que tienen las mujeres de imponer sus propias condiciones".
Un informe del Allan Guttmacher Institute describe otro costado del fenómeno: "Cuando se pregunta a las mujeres sexualmente activas que no quieren quedarse embarazadas la razón por la cual no usan un método anticonceptivo, la respuesta más común es que tienen relaciones sexuales con muy poca frecuencia-lo que sugiere una falta de comprensión del riesgo que tienen de un embarazo no planeado. La siguiente respuesta más común es que no les gustan los efectos secundarios o riesgos percibidos para la salud asociados a los anticonceptivos modernos, lo que sugiere la necesidad de servicios que proporcionen una amplia gama de opciones anticonceptivas".
A la falta de consciencia sobre la necesidad de protegerse se suma en un número creciente de adolescentes, la explosiva combinación de alcohol, drogas y sexo.
"El sexo no cuidado viene asociado al descontrol y las chicas que se pasaron con una borrachera al otro día no saben lo que hicieron", revela la doctora Bianco.
La anticoncepción de emergencia es una alternativa capaz de detener el tsunami, pero como su nombre declama, resuelve emergencias eventuales. Ningún profesional, ni aún quienes defienden su utilización, la recomienda como una estrategia anticonceptiva regular.
Aún así, hay adolescentes que a la mañana siguiente no tienen registro de la necesidad de recurrir a él. Sencillamente perdieron el control de la situación.
"En el conurbano bonaerense y en las zonas de mayor pobreza es muy pesada la circulación de drogas. En los sectores medios y altos son las fiestas y pre-fiestas las que introducen sustancias ilegales y esa otra droga tan aceptada pero que también es adictiva y destructiva: el alcohol".
El resultado del sexo desprotegido no es muy difícil de predecir.
FUENTE: La Nacion.com
La sexualidad adolescente inquieta. Explosiva y pasional, inaugura el intercambio activo entre los 13 y los 14 años en los varones y entre los 14 y los 15 en las mujeres. Una encuesta conjunta de Unicef y la Fundación Huesped encontró que el 60% de los adolescentes de 14 a 19 años inició su vida sexual antes de los 15 años. También halló que el uso de preservativos en la primera relación es alto: el 89% de los encuestados confesó haberse iniciado con protección. Buen comienzo. Pero no todas las noticias son tan optimistas.
Según los datos aportados por esta encuesta, la utilización de preservativos se mantiene constante en el 69% de los consultados hasta los 18 años, cuando la cifra de cuidados se precipita. ¿Por qué?
"El no uso de preservativo se asocia a una pareja considerada ´estable´ o ´confiable´, dice el informe de Unicef. Y la doctora Mabel Bianco agrega: "Alrededor de los 18 años muchas chicas empiezan a tomar anticonceptivos porque entablan relaciones que ellas consideran más estables, aunque la estabilidad puede significar que están juntos unos meses. Como el miedo es al embarazo y no al contagio de enfermedades, abandonan los preservativos. Además, es habitual que sus parejas sean mayores y se resistan a usarlos. Cuanto mayor es el hombre, menor es la posibilidad que tienen las mujeres de imponer sus propias condiciones".
Un informe del Allan Guttmacher Institute describe otro costado del fenómeno: "Cuando se pregunta a las mujeres sexualmente activas que no quieren quedarse embarazadas la razón por la cual no usan un método anticonceptivo, la respuesta más común es que tienen relaciones sexuales con muy poca frecuencia-lo que sugiere una falta de comprensión del riesgo que tienen de un embarazo no planeado. La siguiente respuesta más común es que no les gustan los efectos secundarios o riesgos percibidos para la salud asociados a los anticonceptivos modernos, lo que sugiere la necesidad de servicios que proporcionen una amplia gama de opciones anticonceptivas".
A la falta de consciencia sobre la necesidad de protegerse se suma en un número creciente de adolescentes, la explosiva combinación de alcohol, drogas y sexo.
"El sexo no cuidado viene asociado al descontrol y las chicas que se pasaron con una borrachera al otro día no saben lo que hicieron", revela la doctora Bianco.
La anticoncepción de emergencia es una alternativa capaz de detener el tsunami, pero como su nombre declama, resuelve emergencias eventuales. Ningún profesional, ni aún quienes defienden su utilización, la recomienda como una estrategia anticonceptiva regular.
Aún así, hay adolescentes que a la mañana siguiente no tienen registro de la necesidad de recurrir a él. Sencillamente perdieron el control de la situación.
"En el conurbano bonaerense y en las zonas de mayor pobreza es muy pesada la circulación de drogas. En los sectores medios y altos son las fiestas y pre-fiestas las que introducen sustancias ilegales y esa otra droga tan aceptada pero que también es adictiva y destructiva: el alcohol".
El resultado del sexo desprotegido no es muy difícil de predecir.
FUENTE: La Nacion.com